Somos Godos

Por Goði Varðúlf

Somos Godos, descendientes de ellos y de su tribu conocida como Visigoda.
Nuestra herencia germánica nos obliga a despertar y a aquellos que hayan escuchado el llamado ancestral de nuestro padre Wodan, el Dios de un único ojo, que ha tocado con su lanza nuestros corazones y avivando la llama que es nuestra verdadera herencia, nos ha llamado a ocupar los puestos que nuestros ancestros dejaron una vez enfrentarse a la tiranía extranjera del Dios Crucificado, de sus soldados que con hierro y fuego trataron de erradicar el viejo culto a los Ases y a los Vanes en Tierra Ancestral.

Somos la tribu con un antepasado común, los Godos eran antepasados de un viejo Dios a quienes los Escandinavos llamaron Odín y desde las profundidades de nuestra alma hemos escuchado su grito, un aterrador aullido de lobo, un aullido de fiereza y orgullo que nos ha hecho ponernos manos a la obra y ocupar el lugar que una vez nuestros ancestros tuvieron por derecho propio. Y hemos aquí, mirando desafiantes a la Tiranía del Imperio de la Cruz, mirando desafiantes a aquellos pobres y misóginos hombres ataviados elegantemente y hablando latín en cuyos pies se hayan los cuerpos humillados de los esclavos que entre rechinar de dientes ruegan pidiendo a un Dios desconocido su ayuda y humillar lo único importante del ser, la dignidad, para obtener unas promesas desde el principio de los tiempos imposibles de conceder. Les miramos desafiantes no plantando nunca nuestras rodillas a pesar de las amenazas de un Infierno lejano tras la muerte y recordamos lo que nuestro padre Wodan nos ha legado en sus dichos "Tras la muerte solo queda el juicio del gran muerto".

Un Dios llamado por todas las tribus de diferentes maneras, por los Escandinavos Odín, por los sajones Woden, por los Lombardos Godan, por nosotros Wodan o Vodan y sucesivamente así por otras tribus que componen el basto arsenal cultural de los grupos Teutónicos que luego fueron conocidos como Civilizaciones Germánicas. Además de él, el rey de los Ases, escuchamos en nuestros recuerdos y recordamos otros ancestrales Dioses y Diosas; Thor, el poderoso Dios del Trueno patrón del trabajador y protector del cosmos, Freyja la salvaje Diosa del amor y la fertilidad, diosa sensual que nos legó el arte de la Brujería Chamánica, Frigga la esposa de Odín, señora del matrimonio y del hogar, Tyr el Dios manco de la Justicia, el valor y la guerra, Frey el Dios de la prosperidad y la fertilidad, Nerthus la Naturaleza amable y cruel como la más digna de las ancianas sabias... también recordamos a muchos seres que habitan en la naturaleza, Elfos, Enanos, Gigantes...honramos igualmente a nuestros ancestros y protectores, así como a las Matronas, poderosos espíritus protectores de naciones y familias.

Escuchamos el cantar de las Runas que nos desvelan sus secretos y nos convierten en magos y sabios, almas de poder y de sabiduría.

Somos Godos y somos un pueblo, comprendiendo el concepto de pueblo o nación como un conjunto de tribus (familias) unidas bajo un mismo amparo histórico, social, folclórico e incluso religioso. No atendemos a las definiciones actuales de fronteras internacionales por componer intereses púramente económicos y/o políticos que para nada interesan a un modo de pensar como el nuestro. En si mismos, e independientemente de las maniobras estrategico-políticas que definen fronteras y separan sus propios conceptos de naciones, los godos somos una Nación. Dentro de la misma existimos como una unidad compuesta de varias familias, independientes una de la otra, pero unidas en un ideal elevado.

Observamos como nuestras madres, hermanas, hijas, amigas y esposas se desenvuelven en un clima de respeto y las vemos hacerse fuertes e independientes con una mirada llena de desafío ante la opresión social, religiosa y política a la que se han visto sometidas durante siglos por culpa de los soldados de la cruz de los esclavos. Las vemos descubrirse así mismas y aprovechar su verdadero potencial en beneficio propio y de la tribu de la que cuidan como una leona ante el fiero y permanente peligro de la desintegración. Ellas gozan de una alta estima y posición social, como antaño fue, como sabias consejeras, poderosas curanderas e inigualables videntes, además de valientes guerreras que no titubean en morir en la lucha, la lucha de la vida y su meta de felicidad, desarrollo y emancipación.

Somos Godos y vemos con alta estima a otros hermanos germánicos de distintas tribus, miramos con orgullo a los Sajones, Francos, Burgundios, Suevos, Islandeses, Noruegos y demás Folks que existen. Les vemos evolucionar y sonreímos con alegría. Sin embargo pensamos que aquellos Odinistas dependientes de otros Folks tan lejanos de su tribu natal, pecan de inmadurez y están en la necesidad de redescubrir sus orígenes y ser aceptados por sus hermanos de tribu como uno más en una gran familia. Por ello, los Godos mantenemos junto a nuestro respeto y admiración, una emancipación siendo totalmente auto-administrados y orgullosamente proclamarnos como un pueblo independiente ante los ojos de Dioses y Ancestros.

Somos Godos y por ello somos personas completas y orgullosos de nosotros mismos, no rendimos cuentas a nadie que no sea nosotros mismos pero aún así estamos lejos de la barbarie y necedad, aceptando dicha libertad con honor, somos excelentes ciudadanos, aún mejor vecinos y completos Odinistas. Somos Godos y dejamos la pleitesía para aquellos que necesitan sentirse esclavizados, pues nosotros hemos nacido hombres y mujeres libres y sabemos que así moriremos. Teniendo en cuenta esta incuestionable verdad, elegimos vivir igualmente libres. No conocemos el pecado pero aún así no somos pecadores, no somos sirvientes, pero aún así jamás nos han servido, no somos victimas aunque nos hayan asesinado y no somos sabios a pesar de tener de sabiduría. No somos Dioses, sin embargo, no les suplicamos a quienes si lo son, no somos Cristianos a pesar de que muchos hemos vivido una infancia según sus costumbres...no somos lobos, pero somos personas fieras como ellos. No tenemos nación, sin embargo somos una nación. Somos orgullosamente Godos.